A la inercia y la estacionalidad, se les sumarán las actualizaciones en los servicios públicos, la corrección del dólar oficial y un posible salto de los tipos de cambio alternativos. Advierten que de la intensidad de estas variables dependerá el número de inflación en los primeros meses de Gobierno de Javier Milei.
En sus primeras declaraciones como presidente electo, Javier Milei aseguró que bajar la inflación “a los niveles internacionales llevará entre 18 y 24 meses”. Por lo pronto, el escenario de base para sus primeros meses de gestión parece reunir las condiciones para que la variación del IPC presente subas superiores al 10%.
La inercia y la estacionalidad, sumada a una actualización en las tarifas de los servicios públicos, la corrección del dólar oficial y un posible salto de los tipos de cambio alternativos sumarán presión a la inflación en los próximos meses. De la intensidad y el momento en que se ajusten estas variables, dependerá el número concreto.
De hecho, la corrección del dólar oficial y la actualización de las tarifas o los combustibles, puede ser parte de la agenda de la transición que deberán llevar a cabo el equipo de Sergio Massa con el de Milei de cara al 10 de diciembre. Movimientos que, tarde o temprano, seguramente repercutirán en precios.
“Los primeros meses de 2024 probablemente sean de mayor inflación a la actual. El esquema actual de controles y distorsiones de precios esconde inflación debajo de la alfombra y no es sostenible. De manera ineludible, habrá que hacer algún tipo de normalización. Es lo mínimo que se necesita para empezar a resolver los problemas de producción, inversión y desabastecimiento que estamos viviendo y que la economía tome algo de aire después de un 2023 muy malo”, señaló a Ámbito Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
“Pero no es trivial cómo hacer esta transición. Si se hace con parches, dejando en vigor el cepo, manteniendo los controles de precios y sin hacer un verdadero cambio de rumbo económico, entonces no se recuperará la credibilidad. La demanda de pesos seguirá cerca de los niveles actuales, que son mínimos históricos, y en consecuencia no habrá una baja sostenida de la inflación”, remarcó el economista.
Y resaltó: “En cambio, si se hacen reformas de fondo, se equilibran las cuentas públicas, se reforma el régimen monetario para eliminar la posibilidad de financiar el gasto con emisión, se unifica el mercado de cambios y se normaliza el comercio exterior, entonces el camino puede ser muy diferente. La economía tendrá una aceleración inflacionaria inicial, equivalente a la inflación que hoy está debajo de la alfombra, pero habrá una mejora en las expectativas; la demanda de pesos se empezará a recuperar y habrá mayor liquidación de exportaciones e ingresos de capitales. Con esto, podremos entrar a la segunda mitad del 2024 con la inflación bajando fuerte y de manera sostenida”.
Por su parte, Camilo Tiscornia señaló que en los próximos meses “los datos de inflación van a ser más altos” en relación a lo que se observó en octubre (8,3%). “Primero, por una cuestión estacional: siempre diciembre es un mes de los más altos del año en materia de inflación y este año no va a ser la diferencia. A esto se le van a sumar los frutos de cualquier corrección que se intente hacer. Seguramente el efecto comenzará a verse incluso en noviembre y vamos a ver un verano bastante cargado”, detalló.
El economista destacó que seguramente será un verano “de mucha inflación”, aunque es difícil prever un número: “Porque va a depender de la intensidad de los cambios y cuándo se hagan. Hasta ahora, noviembre viene con una inflación cercana al 11% y creo que será de ahí para arriba en los próximos meses”.
Inflación: qué puede esperarse en los próximos meses
La inercia, de por sí, deja un piso elevado. “La velocidad crucero de la economía es cada vez mayor. Es probable que para el cierre del año volvamos a una inflación mensual similar a lo que se experimentó en agosto y septiembre (12,4% y 12,7% respectivamente)”, explicó Francisco Ritorto, de la consultora ACM.
“Además, hay una distorsión de precios relativos que se intensifica con el paso del tiempo. Los precios regulados volvieron a estar contenidos frente al resto de los productos, lo que se traduce en más inflación hacia delante”, señaló el economista, quien resaltó: “Es decir que la propia inercia inflacionaria, junto con el atraso que hay en algunos precios regulados, va a traer una variación mensual que continúe con un piso elevado”.
“No hay duda de que el piso inflacionario para los próximos meses será alto. Estimado en torno al 10% para los próximos seis meses. Esto se explica por la fuerte inercia, las paritarias que están en esos niveles y las tasas de interés”, explicó por su parte Juan Manuel Telechea, director del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, quien concluyó: “Ese sería el escenario base: a partir del triunfo de Milei, es probable que haya una presión muy fuerte en el mercado cambiario, con lo cual, si se da una devaluación del tipo de cambio, eso también les agrega más presión a los precios”.
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