Un socavón olvidado en Avenida Almafuerte

 

 

Cristian Gómez, es uno de los tantos comerciantes afectados por el corte en una de las principales avenidas de la ciudad de Paraná. En esta calle se iniciaron trabajos con corte de calle y una amenaza latente de peligro de derrumbe, luego de la aparición de un socavón en dicha arteria.

Como primera etapa, la municipalidad anunció que trabajó para contener el talud, lo que incluyó un paso peatonal provisorio, relleno y contención de las bases del frentista. Además, se contuvo con hormigón la parte inferior y del lado de la calle.

La segunda etapa de la obra implica la construcción de una nueva cámara, su instalación y repavimentación de la arteria, sin embargo los vecinos indican que hace una semana que nadie trabaja en el tema.

Por otra parte los responsables de la obra comunicaron que durante el tiempo que demande la intervención, se interrumpirá la circulación vehicular en el tramo que va desde Garrigó/Rondeau hasta Río Negro.

Esto llevó a que los comercios de la zona se vean con su actividad parada casi en un 80% lo que trae consigo una pérdida económica importante, sumado a esto el mal clima económico del país, que contribuye a que las ventas bajen más.

Al respecto, Cristian Gómez, en FM Litoral, destacó que la obra está paralizada: “Desde el martes que no hay movimiento, trajeron escombro, vallas pero nadie trabajando. Ya va una semana que nadie ha hecho nada, sólo vienen los inspectores de tránsito para colaborar con el tránsito. Desde el municipio nos comunicaron que no hay material para la continuación de la obra” aduciendo que “la planta que proveía los materiales está de vacaciones y no tienen otro proveedor para continuar. Lo cierto es que no tenemos fecha de inicio. En redes muestran que están haciendo cosas, sin embargo esto no es cierto”, denunció.

Por otro lado dijo que la municipalidad se había comprometido a realizar los trabajos en dos semanas sin embargo no trabajan.

 

Son alrededor de 30 comercios que ven afectada su actividad

 

La indignación por ver esta situación lleva a que los vecinos busquen una solución sin saber específicamente a quien reclamar. Lo cierto es que en el lugar no ha quedado siquiera el sereno que cuida las herramientas