Solemnidad de la Inmaculada Concepción: horarios de las misas

Se trata de una celebración de trascendencia para los cristianos, en la que se recuerda el designio divino por el que la Madre de Jesús quedó preservada del pecado original desde el momento mismo de su concepción.

 

 

 

Cada 8 de diciembre la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.

Se trata de una celebración de enorme trascendencia para los cristianos, en la que se recuerda, con gratitud y alegría, el designio divino por el que la Madre de Jesús quedó preservada del pecado original desde el momento mismo de su concepción.

En el marco de esta Solemnidad, las parroquias de la Arquidiócesis Paraná han previsto diversas actividades:

La Parroquia Sagrado Corazón de Jesús realizará un Rosario cantado en honor a Nuestra Madre en vísperas de su Fiesta, durante la Adoración Eucarística. Será este jueves 7 luego de la misa vespertina.

La Parroquia San Agustín invita al Rezo de un Rosario Luminoso será este jueves 7 a las 20:00. La artista Verónica Sanfilippo acompañará en vivo con su música.

En la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, Catedral, el viernes 8, día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, habrá misas a las 9:30; 11:00; 20:00. En tanto, a las 21:00 se rezará el Santo Rosario en el Atrio de la Catedral.

Por su parte, en la capilla Juan XXIII (Facultad de Ciencias Económicas), tendrá lugar la misa a las 19:00 y a las 20:00, hora santa a cargo de la comunidad Hakuna.

 

 

 

Un poco de historia

La Iglesia ha preservado desde sus inicios la certeza de que María es «Inmaculada», es decir, en ella no hay pecado.

Es a mediados del siglo XIX que el Papa Pío IX, después de recibir numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, en comunión plena con toda la Iglesia, proclamó la bula «Ineffabilis Deus» (Dios inefable) con la que queda decretado este dogma mariano:

«Que la doctrina que sostiene que la Beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles…» (Pío IX, «Ineffabilis Deus»)

El día elegido para la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción fue el 8 de diciembre de 1854. En aquella ocasión, desde Roma fueron enviadas cientos de palomas mensajeras portando el texto con la gran noticia. Se cree que unos 400 mil templos católicos alrededor del mundo repicaron campanas en honor a la Madre de Dios.

Unos tres años después (1857), en Lourdes (Francia), la Virgen María se le apareció a una humilde pastorcita, Santa Bernardita Soubirous, en repetidas oportunidades. En una de ellas se presentó a sí misma con estas palabras: «Yo soy la Inmaculada Concepción».

Actualmente son miles los templos -distribuidos en los cinco continentes- que están dedicados a «la Inmaculada»; y millones los fieles que a Ella profesan particular devoción.