Se trata de una reliquia de fuerte valor simbólico para la historia de la capital provincial y de muchas familias. Han pasado 126 años desde su construcción y pese al tiempo transcurrido, gran parte de su estructura se mantiene en pie. Desde la Municipalidad se gestiona su rescate y conservación.
El viejo Hotel de Inmigrantes de Paraná exhibe hoy las consecuencias del olvido, del paso del tiempo y la falta de tareas de conservación. Por ese motivo, una delegación del área de Planeamiento Municipal, junto a la Unión de Colectividades y de la Comisión de Preservación y Defensa del Patrimonio Urbano realizó una visita de observación al lugar, con vista a gestionar el rescate y conservación atenta al fuerte valor simbólico que representa de una época importante para la ciudad.
La recuperación edilicia es uno de los objetivos del plan de acción conjunta próximo a iniciar desde el Municipio, pero no el único. Hay otras dimensiones que también se enmarcan en este proyecto de recuperación junto con el patrimonio arquitectónico, que se vinculan con la importancia histórica, cultural y social de este complejo.
En oportunidad de la visita, se hizo entrega al Ejército de una carpeta con documentación inherente a los orígenes y pedidos de protección del viejo hotel, que fuera declarado de Interés Municipal mediante Ordenanza 7305.
Capital y centro político
El Hotel de Inmigrantes es una obra pública e indica claramente la importancia que tenía Paraná en el siglo XIX, única ciudad del territorio argentino que fue capital y centro político de un proyecto federal.
El viejo edificio fue construido al sur de la ciudad entre 1889 y 1891, en un solar que luego pasó a formar parte del asentamiento del Ejército. Fue el lugar de alojamiento inicial de los inmigrantes europeos convocados por el Gobierno nacional por ese entonces, y que sumaron su impronta de identidad a Paraná y un extenso sector de Paraná Campaña. Actualmente está situado dentro de la Segunda Brigada Blindada.
Desde el Municipio se entiende que, como paranaenses, es obligación realizar todo lo que esté al alcance para detener el deterioro que está teniendo este edificio tan importante para la memoria de nuestra comunidad.
Desde la citada área municipal se destaca que la Argentina ha sido el mayor receptor de inmigrantes de toda Latinoamérica y resulta importante recordar que fue Urquiza, en estas mismas tierras, quien con la Constitución de 1853 sentó las bases para la modernización del país y comenzó una política de estado en relación a la inmigración europea.
Dimensiones imponentes
El edificio original del Hotel de Inmigrantes, si bien es de planta baja únicamente, tenía dimensiones imponentes: las instalaciones al frente abarcaban un ancho de fachada de casi 100 metros, los que aún se mantienen -con mucho deterioro-. Este sector tiene vedado el ingreso por determinación del Ministerio de Defensa para impedir cualquier modificación luego de que algunas habitaciones fueran usadas como centro clandestino de detención en la década de los años 70.
El diseño del hotel incluía cuatro pabellones posteriores de 100 metros de extensión cada uno. Las alas laterales se mantienen aún y son utilizadas por el Ejército y por la administración Provincial.
La delegación que visitó el inmueble estuvo encabezada por al arquitecto Bassi, junto a Teresa Princich y Héctor Fischbach -por la Unión de Colectividades de Entre Ríos- y la arquitecta Mariana Melhem por la Comisión de Patrimonio de la Ciudad y delegada de la Comisión de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos de la Nación, quienes fueron recibidos por el coronel Jorge Rodríguez, del área de Relaciones de la Brigada.