Durante la noche y por el río robaron dos quioscos en Villa Urquiza

A Mónica le llevaron hasta la carne para el locro del 25. El quiosco de la playa de Villa Urquiza es su único ingreso. Por las huellas huyeron por el río

 

 

 

El dolor y la impotencia que sintió Mónica Ramírez el lunes es indescriptible. Desde 2008 tiene la concesión del tercer quiosco, conocido como el De Las Piedras, ubicado en la playa de Villa Urquiza al final del camino y es su único ingreso económico. Días fríos, calurosos, de muchos turistas o muy pocos, ella está firme en su puesto para ofrecer agua caliente, tortas fritas, comidas rápidas, golosinas, bebidas y un espacio para compartir a la orilla del río. Desconocidos se llevaron todo, fue por el río, porque están las huellas, y porque muchas de las botellas que intentaron llevarse se les cayeron en el camino. Su espacio de trabajo quedó patas arriba. Hasta le llevaron la carne y los ingredientes que tenía guardados para empezar hoy a armar el locro para vender mañana 25. Mónica no fue la única damnificada. Del segundo quiosco, ubicado unos metros más cerca del muelle, lograron llevarse una exhibidora. En el tercer quiosco (ubicado primero desde el muelle), las cámaras son testigos, no pudieron ingresar, pero también era un blanco pensado por los delincuentes.

 

 

A Mónica le llevaron hasta la carne para el locro del 25. El quiosco de la playa de Villa Urquiza es su único ingreso económico. Por las huellas huyeron por el río

A Mónica le llevaron hasta la carne para el locro del 25. El quiosco de la playa de Villa Urquiza es su único ingreso económico. Por las huellas huyeron por el río

 

En diálogo con UNO Ramírez contó que a lo largo de catorce años trabajando en el lugar sufrieron algunos robos menores, pero nunca de tal magnitud. «Mi marido es discapacitado, Nosotros vivimos en Villa Urquiza desde que comenzamos con este emprendimiento. Vivimos de ésto. No nos dejaron nada. Las garrafas, la jarra eléctrica con la que vendía agua caliente, vasos, platos, golosinas, bebidas, una plancha de teflón para hacer hamburguesas que aún no terminé de pagar, una olla de hierro de tres patas, un plasma, una máquina para hacer tragos, mercadería, cigarrillos, el mate, el termo…»

Aún conmocionada, Mónica Ramírez, indicó que necesita ayuda para continuar abriendo el local. No puede cerrar. Incluso tiene pedidos para el locro de este miércoles. Solicita la colaboración de la comunidad. Ya en la noche del lunes muchos vecinos, movilizados por lo ocurrido, se comunicaron con ella para ofrecer a modo de préstamos algunos elementos que garantizaron que este miércoles pueda poner en marcha la venta de locro patrio.

 

 

 

Por porciones de locro o para realizar donaciones pueden comunicarse al (0343) 154- 621771