Detectaron microplásticos en la atmósfera de Paraná

 

 

«Todo lo sólido se desvanece en el aire. Contaminación atmosférica por microplásticos en la ciudad de Paraná» es un material publicado por la Fundación Cauce con los datos obtenidos en el primer estudio que releva la presencia de estos materiales en el aire.

“Infelizmente los encontramos en concentraciones significativas en diferentes lugares, lo cual trae implicancias serias a nivel ambiental y a nivel salud humana también”, señaló el investigador Martín Blettler en la presentación del informe.

El estudio colectó en 11 estaciones de muestreos distribuidas en toda la capital entrerriana y alrededores sin “un patrón de dominancia” en cuanto a los lugares, siendo la fibra el micro plástico (MP) con mayor concentración.

 

 

 

La Fundación Cauce: Cultura Ambiental – Causa Ecologista lanzó un nuevo material sobre contaminación por microplásticos. En esta oportunidad, el doctor en Ciencias Biológicas Martín Blettler estudió, por primera vez en la región, la potencial presencia de este tipo de polutantes aéreos en la ciudad de Paraná y en sitios periurbanos que la circundan.

«Se trata de un estudio que realizamos desde la Fundación Cauce con la idea de saber si en la ciudad de Paraná existen, o están presentes, microplásticos atmosféricos. ¿Qué son? Aquellos plásticos particulados que se encuentran en la atmósfera y, por tanto, están sujetos a las condiciones naturales. Infelizmente, encontramos concentraciones preocupantes, esto significa que la ciudad es generadora de microplásticos que pasan a la vía aérea, mientras otro porcentaje –que tenemos cuantificado con otros estudios– van a parar al río Paraná a través de los arroyos urbanos», destacó Blettler acerca de la investigación.

El estudio confirma la existencia de esta contaminación aérea y alerta sobre la posibilidad de que la población esté respirando microplásticos cada día. Por ello, alienta a reforzar la investigación en la temática: los conocimientos científicos sobre los riesgos para la salud humana debido a su inhalación siguen siendo escasos.

En el material, se analizan los componentes de las muestras y se trazan algunas recomendaciones para evitar que este tipo de contaminación aumente en los próximos años.

 

 

 

Para el relevamiento, “se determinaron 11 estaciones de muestreo distribuidas sobre la ciudad de Paraná y alrededores (Oro Verde), divididas en tres grupos:

1) Zona Centro: i) Calle Cura Álvarez y Feliciano, ii) Victoria y Salta, iii) San Juan y Uruguay, iv) Monte Caseros y Feliciano, v) R. del Tala y Salta.

2) Zona Residencial (avenidas): i) Av. De las Américas y Crisólogo Larralde, ii) Av. Ramírez y Uruguay, iii) B. O’Higgins e Int. Blanda.

3) Zona Periurbana (fuera del ejido urbano; urbanización Loma hermosa, Oro Verde): i) Los Alerces y Los Benteveos, i) Los Alerces y Los Picaflores, iii) Los Macaes y Las Yatay”, enumera el documento.

Respecto a los resultados, “no muestran un patrón de dominancia de MP en zona céntrica, respecto de las otras dos (relevadas). Esto sugiere una distribución más amplia y probablemente sujeta a variables climáticas locales y regionales”.

Y en cuanto a los compuestos, “el tipo de MP dominante claramente fue la fibra, estando presente en todas las muestras y en mayores concentraciones en cada una de ellas. En menor proporción, registramos films (MP laminares) y fragmentos (la mayoría de origen desconocido). La Figura 3 muestra varios ejemplos de MP registrados en la ciudad de Paraná”.

 

DETALLES

Entre algunas precisiones que se dan a conocer en el informe, se plantea que “Los entornos urbanos a menudo se caracterizan por altas concentraciones de fino polvo en el aire de diversas fuentes (doméstica, industrial, basurales a cielo abierto, desgaste de neumáticos de automotores, etc.). Sin embargo, hasta la fecha, la información global disponible sobre la distribución, el origen, la forma y el tamaño de los MP en aire en entornos urbanos es extremadamente limitada (Susanti 2020). Esto representa una carencia seria a la hora de evaluar riesgos ambientales y para la salud humana. A pesar de este vacío en el conocimiento, cada vez hay más conciencia (y reocupación) acerca de los MP en aire y que éstos puedan ser inhalados involuntariamente, lo que causaría efectos adversos en el sistema respiratorio, endócrino y en otros sistemas a nivel animal y humano (Zimmermann et al. 2019)”.

En este orden, “por ejemplo, se sabe que la persistencia de micro-fibras plásticas en pulmones está relacionada con sus propiedades aerodinámicas (Tian y Ahmadi 2013). Estas partículas persistentes pueden trasladarse a las capas epiteliales (Donaldson et al. 2011) e inducir procesos inflamatorios agudos o crónicos. Además, las fibras se pueden depositar en los bronquiolos terminales, los conductos alveolares y los alvéolos, lo que produce inflamación crónica, granulomas o fibrosis (Greim et al. 2000). Se especula similares efectos en todo tipo de mamíferos, aves y reptiles”.

El estudio, dicho por sus investigadores, deja muchos interrogantes. “Aunque la presencia de MP en el aire es un hecho -y este estudio lo deja claro en la ciudad de Paraná-, los riesgos para la salud humana debido a su inhalación siguen sin ser debidamente investigados (Wright et al. 2020). Muchas preguntas aún permanecen sin respuesta en este campo. Por ejemplo, si los MP inhalados podrían contribuir a la patogénesis de diferentes enfermedades pulmonares, si los MP inhalados podrían translocarse a la sangre, si las partículas de MP podrían producir daño físico a los tejidos y/o en qué medida los MP actuarían como portadores de contaminantes orgánicos o patógenos (Amato-Lourenço et al., 2020), etc. Sin embargo, es bien sabido que la inhalación excesiva de partículas fibrosas presenta un mayor riesgo carcinogénico debido a posibles impactos químicos, mecánicos (irritación), inmunes (respuesta autoinmune) y genotóxicos (mutaciones genogénicas) (Siegel et al., 2020)”.