La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner expuso que el acuerdo firmado con el Fondo Monetario es “inflacionario” y reclamó rediscutir las pautas del entendimiento. Entre otros ejes, planteó que los pagos de la Argentina se ajusten en función del superávit comercial. El cántico constante de la concurrencia era “Cristina Presidenta”, pero la ex mandataria respndió: “Yo ya di todo lo que tenía para dar, yo ya viví”.
El acto fue en el Teatro Argentino de la Plata, un lugar emblemático para CFK dado que allí lanzó su candidatura a la presidencia en 2006 y su reelección en 2010. El motivo de la convocatoria fue conmemorar el 20° aniversario de la elección donde Néstor Kirchner obtuvo los votos para un balotaje con Carlos Menem que no se realizó y que terminó depositándolo en la Presidencia. En ese marco, se lanzó la Escuela Justicialista Néstor Kirchner.
La diputada nacional Blanca Osuna fue una de las referentes de Entre Ríos presentes en el lugar.
“En esta Argentina circular, el pasado aparece otra vez en el presente. Estamos con figuras, ideas del pasado que parecen volver a instalarse para condicionarlo y condicionar el futuro”, afirmó.
Luego, precisó: “Néstor irrumpe en una Argentina que, un año antes de las elecciones, decía «que se vayan todos». ¿Quienes?”, se preguntó. La propia vicepresidenta se respondió más adelante, señalando cargos que ocupaban entonces y situaciones de la actualidad: “El Jefe de Gobierno (Horacio Rodríguez Larreta) estaba en el PAMI, junto a la ex ministra de Trabajo (Patricia Bullrich) que había descontado el 13% a los estatales y jubilados. Un señor (Ricardo López Murphy) que quiere ser Jefe de Gobierno fue ministro de Economía y duró 10 días: lo echó la Franja Morada porque quiso arancelar la Universidad pública”, recordó..
Cristina Kirchner puntualizó que esa fue “la primera experiencia de gobierno de coalición. Durante ese gobierno se produce el estallido de la convertibilidad, una bomba que explotó en la cara de 40 millones de argentinos”.
La convertibilidad “terminó como arrancó: con la captura de los depósitos”, comentó. Luego, repasó la puesta en marcha del “plan Bonex 89, que captó los depósitos en plazo fijo” y los reemplazó por un bono a 10 años. “En virtud de ese plan, se pudo anunciar la convertibilidad un año y medio después”, afirmó apuntando sin nombrar a Domingo Cavallo, a quien se refirió como “un señor pelado”. A renglón seguido, consignó que el sistema que establecía la paridad un peso – un dólar “se sostuvo con los dólares de las privatizaciones y luego con el endeudamiento”.
“Nos vienen a decir que lo que fracasó antes ahora va a funcionar. Estamos todos discutiendo lo que fracasó hace 20 años”, se quedó. Además, argumentó que se vive “en una eterna Argentina circular, en los personajes y las propuestas”.
Además mostró que la inflación no se detiene con la dolarización. Exhibió estadísticas que mostraban cómo Ecuador, que tomó esa medida a fines del siglo pasado, llegó a un 355% de suba de precios, mientras que en EEUU el incremento fue de apena un 75% desde 1999 a la fecha. Además, señaló que el endeudamiento del Ecuador creció desde el 24% del PBI hasta el 62% porque ese país “solo puede apelar al endeudamiento externo para financiarse” al no tener moneda propia.
Por eso, reclamó a la militancia: “Que la escuela ahonde estas cuestiones. Y salga a la calle a discutir” Y se quejó del debate político actual: “¿Que nos pasa que estamos discutiendo lo que fracasó hace 20 años?”
Asimismo, marcó que la inflación se duplicó desde que se firmó el acuerdo con el FMI. La devaluación acompaña a la inflación, cuando en una economía bimonetaria la devaluación es la principal causa de la inflación, razonó.
“No hay recetas exitosas del FMI, todas fracasaron”, manifestó. Y recordó cuando aplaudieron en una asamblea del organismo a Carlos Menem, padre de la convertibiliad. “Hay que revisar el acuerdo. Nadie dice que no hay que pagar. Hay que revisar las metas. Los pagos tendrían que estar atados al superávit comercial”, propuso.
“Yo creo que no hay ningún argentino de bien que pueda ignorar el lastre que significa la vuelta del FMI a la Argentina”, entendió
Apuntó también a los beneficios legales que tienen las grandes empresas, que pagan apenas dos puntos del 35% del impuesto a las ganancias, mientras que los trabajadores lo pagan casi en su totalidad.
«Esto nunca nos había pasado: tener trabajadores en relación de dependencia pobres; es uno de nuestros nuevos desafíos», marcó.
También cuestionó sin nombrar a Javier Milei, tildándolo de discípulo de Cavallo. Y le retrucó su frase de que “la casta tiene miedo”. “Caraduras”, espetó, mientras el público cantaba “Cristina Presidenta”., alegando que tiene miedo del país “tan injusto” en el que crecerán sus nietos. “Yo ya viví, ya di lo que tenía que dar”, puntualizó.
“Temo por los jóvenes porque hay demasiada cobardía, demasiada hipocresía”, redondeó.
En uno de sus últimos conceptos, alertó: “No hay salvaciones milagrosas. No nos va a salvar Vaca Muerta ni el litio. Sino generar trabajo e innovación”. (APFDigital)